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Cómo limpiar las paredes de la piscina es una tarea esencial en el mantenimiento de piscinas, y evita diversos problemas a los bañistas. La acumulación de algas, el peligro de infecciones y los malos olores, entre otras amenazas, pueden ser alejadas con una buena labor de higiene.
Por estas razones, la higiene de las paredes de la piscina deberá ser semanal. Así por ejemplo, la textura resbaladiza en estas paredes indica que necesitan limpieza. Se puede llegar fácilmente hasta el punto de que el agua ha adquirido una coloración verdosa, y que por tanto sea necesario limpiar las paredes. Y también tratar el agua para combatir este problema.
Cómo eliminar el verdín de las paredes de la piscina
Para poder eliminar la acumulación de algas y suciedad en las paredes de la piscina, es fundamental seguir varios pasos específicos.
Aglomerar las algas con floculante
Los floculantes son sustancias que permiten al filtro de la piscina atraer las partículas más minúsculas. Las reúne o aglomera, y, de este modo, facilita su eliminación. Con tal compuesto químico, se logra que el agua quede cristalina, eliminando toda forma de turbidez. De ahí que también se les conozca con el nombre de clarificadores.
Una vez se vierte la dosis de floculante recomendada por el fabricante del producto, es necesario dejar que actúe durante dos horas. Y a continuación, aguardar hasta el día siguiente para que el producto termine de surtir efecto. Después, se podrán eliminar las algas con mucha mayor facilidad. Se recomienda usar un aspirador.
Desinfectar las aguas
Dependiendo del tipo de usuario de la piscina, habrá de emplearse uno u otro desinfectante. Así, lo más habitual es utilizar el de cloro, que es el más potente.
Cómo limpiar las paredes de una piscina también se vincula con quiénes vayan a usarla. No es lo mismo en el caso de una piscina frecuentada por ancianos, niños, o personas con alergias cutáneas o la piel fina y sensible. Entonces se recomiendan desinfectantes algo más suaves, como el bromo. Este último no desencadena reacción alérgica alguna.
Hay que esperar varios días para que el cloro termine de surtir efecto. Además, debe combinarse con otros productos, como los equilibradores de pH (incrementadores y reductores de este).
De esta manera, se evita el problema del agua demasiado ácida o demasiado alcalina. En ambos casos, los equipos pueden resultar dañados, se pueden irritar ojos y piel de los bañistas, etc. Por todo ello, es importante que, además de la desinfección, se equilibre adecuadamente el agua. El equilibrado del pH evitará además, las infecciones y la proliferación de algas.
Comprobar el estado del filtro
También es preciso revisar el estado del filtro, por si no funcionase correctamente. Habrá que limpiarlo, y, algunas veces, incluso cambiarlo por uno nuevo.
Cepillar la piscina
Debe cepillarse la superficie de la piscina con vigor para eliminar la suciedad y las algas.
Emplear alguicidas
Este aspecto también es de primordial importancia para solucionar el problema de las aguas sucias y las paredes resbaladizas en una piscina. Hay que tener muy en cuenta que, aun cuando se tenga el agua bien desinfectada previamente, pueden proliferar algas por factores externos. Así por ejemplo, árboles o plantas en el entorno inmediato de la piscina, residuos químicos, cambios térmicos bruscos, o lluvias.
También es altamente aconsejable emplear un eliminador de fosfatos, ya que estos son el alimento de las algas. Suprimiéndolos, se erradica toda posibilidad de que estas proliferen en las aguas. Las algas son un problema serio, ya que no sólo enturbian las aguas y producen una coloración verdosa o parduzca. También provocan una textura resbaladiza en las superficies, y además pueden llegar a deteriorar el vaso de la piscina.
Cómo limpiar las paredes de la piscina requiere de combinar varios productos y del asesoramiento o la intervención, según los casos, de profesionales especializados.